FAMYR (Federación Asturiana Memoria y República) tacha de «apología del franquismo» la misa por «los caídos de Simancas» celebrada en los Jesuitas en Gijón
Reclaman la retirada de la Medalla de Oro a la Compañía de Jesús
E. GARCÍA GIJÓN.
Jueves, 23 agosto 2018, 03:32
La Federación Asturiana Memoria y República (Famyr) exige que se supriman los conciertos educativos al colegio Inmaculada y pide que se valore la posibilidad de retirar la Medalla de Oro de Gijón a la Compañía de Jesús. Todo ello «en caso de que en años venideros» vuelvan a producirse actos como la celebración en el centro, el pasado martes, de una misa anunciada como «82 aniversario de la Heroica Gesta de los Defensores del Cuartel de Simancas».
Famyr considera que «en vez de realizar un acto meramente religioso, hicieron uno de apología, justificación y enaltecimiento del golpe de Estado que dio lugar a la guerra y la instauración de la dictadura franquista». Este tipo de ceremonias suponen, consideran, «una afrenta y una humillación» hacia las víctimas del franquismo, así como «una justificación de un régimen detestable y equiparado por la ONU a los fascismos alemán e italiano».
A juicio de la federación, «resulta aún más ofensivo para la dignidad democrática que dicho acto se realice con la anuencia de una entidad como la Compañía de Jesús, Medalla de Oro de Gijón en 2017, y un colegio como el de la Inmaculada, que tiene concertados con la Administración educativa asturiana los ciclos de Infantil, Primaria y Secundaria». Por ello, solicitan a la Delegación de Gobierno y la Fiscalía que tomen «las medidas oportunas» para prohibir la celebración de actos similares, a las administraciones autonómica y municipal que retiren «cualquier tipo de subvención» tanto al colegio Inmaculada como a la Compañía de Jesús y al Ayuntamiento que revoque la concesión de la Medalla de Oro a esta última.
https://www.elcomercio.es/gijon/reclaman-retirada-medalla-20180823000831-ntvo.html
Una de curas : Los curas y las monjas en Cataluña han chaqueteado de manera vergonzosa desde hace medio siglo ya. En general en la iglesia católica se produjo un giro marxista en la década de los sesenta que supuso una grave traición a los creyentes que hacía pocos lustros habían compartido checa, paredón y fosa con ellos. El concilio Vaticano II fue demoledor en este sentido. Además el Partido Comunista se infiltró en las diferentes ordenes, sobre todo Jesuitas, e hizo estragos en la relación del clero con sus feligreses que dejaron de practicar el culto por miles en toda Europa católica. Tambíen habría que averiguar que grado de infiltración se produjo por parte de la secta masónica en el Vaticano y en la élite de ciertas ordenes. A todos estos contratiempos hay que añadir que en Cataluña y Vascongadas la consigna pastoral era alinearse a las tésis separatistas para ver si se podía salvar algo del desaguisado. Fue peor el remedio que la enfermedad.